Los imanes más potentes del mundo
No sé como tarde tanto tiempo en hacer una reseña sobres estos imanes del Hombre Araña. Deben ser uno de los primeros juguetes que tuve en mi colección y tienen una anecdota bastante interesante. Posiblemente me haya olvidado de hacerla por tener tan presente a estos pequeños imanes que sirven sujetar notas en la heladera. Función que nunca cumplieron en mi vida.
Acá va mi relato, espero que los entretenga un rato.
Una tarde fuimos con mi vieja y vi por primera vez esos imanes del trepa muros, fue amor a primera vista, los colores, el paquete donde venía, las formas de esos imanes me parecían encantadores. Como no sabía inglés nunca supe para que servían esos personajes pero su forma me encantó y yo solo los quería para jugar, es por eso que le pedí a mi madre que me los comprara. En ese momento no pudo y me dijo que más adelante me los compraría.
La cosa es que pasó el tiempo, no recuerdo cuanto, pero al llegar las navidades fue lo primero que le pedí a Papá Noel, le escribí la carta pidiendo estos imanes que tanta felicidad me iban a traer. Como podrán ver era un nene que se conformaba con poco. De esa manera llegó el 24 de diciembre y se hicieron las 12 de la noche, con mis hermanos estabamos mirando como tiraban petardos y cañitas voladoras hasta que en un momento un tío viene a buscarnos y nos dice que escuchó unos ruidos en el living, detrás de la puerta. Así que fuimos corriendo y al abrir la puerta encontramos nuestros regalitos.
Lo abrí y quedé deslumbrado con estas pequeñas siluetas de plástico del Hombre Araña, detrás de cada una contenía un circulo negro de otro material (el bendito imán), así que cuando me di cuenta para que servían las comenzé a pegar en toda superficie de metal. El juego comenzó en algunos lugares de mi casa pero pronto fui afuera y los comencé a pegar en los autos de mis tíos. Comenzé a jugar a que era el mismisimo trepa muros y los imanes eran de esos trasmisores que él arrojaba para perseguir a los villanos. Con ese tipo de juego yo me entretenía con mi regalo de navidad hasta que mi vieja nos llamó y nos fuimos a dormir.
Recuerdo que al otro día, al contar los imanes, descubrí que me faltaba uno, no tenía idea donde había quedado y no me animaba a decirle a mis viejos que ya había perdido un imán. Así que trate de jugar sin que me vieran o me pidieran que se los mostrase. Un pibe con poca suerte que en menos de 24 hs ya había perdido parte de su regalo de navidad.
Pero no todo fueron pálidas, la alegría llegó una semana después, para año nuevo, cuando una de mis tías me dice que tenía algo para mi. De su cartera saca algo pequeño y de color rojo y era el imán con la cara del Hombre Araña, me volvió la alegría de un tirón, al fin se hacía justicia y mi juego estaba completo. Mi tía me dijo que lo habían encontrado cuando lavaban su auto y al toque se habpian acordado de mi.
Esa fue la primer anécdota con mis imanes del Hombre Araña, pero no la única ya que años más tarde, o ese mismo año, no recuerdo bien, también perdí otro imán en el colectivo cuando volvía d ela escuela, esa vez fue la imagen del lanza redes corriendo, la misma silueta que venía en las cartas Cromy. Pero esta vez con menos suerte ya que nunca más lo recuperé.
Bueno, ahora alejemonos un poco de los recuerdos y pasemos a ver de que se trataba este producto.
La empresa norteamericana Nasta se dedicó, a principios de los ´80, a comercializar productos de librería y jueguetes pequeños de diferentes franquicias. En cuanto a las dedicadas a Marvel, los personajes que más supo explotar fueron el Hombre Araña y Hulk. Desde llaveros, imanes, lupas, billeteras, anteojos, compaces, cepillos de dientes, etc. Tuvo la licencia oficial para reproducir estos juguetes y toda la producción se hacía en Hong Kong.
El caso de los imanes contaba con 5 siluetas plásticas con las poses habituales del personaje. Uno corriendo, otro saltando, agachado, trepando y un rostro. En el reverso de estas figuras estaba el imán de forma circular. Cada figura mide entre 6 y 8 centímetros y eran de plástico duro de buena calidad.
El envoltorio o packaging siempre mantuvo las mismas características para todos los productos, para el caso del Hombre Araña contaba con un cartón amarillo muy llamativo con alguna imagen clásica del personaje en cuestión. En el borde superior contaba con una guarda blanca y una línea roja en el centro con el nombre de la empresa. En el caso del Increible Hulk el color amarillo cambiaba a celeste pero mantenía el mismo estilo y formato.
Pose clásica que aparecía en las cartas Cromy y en varias figuritas |
Este es el imán que perdí en el auto de mi tío |
Bueno amigos, estos es todo por hoy. Espero lo hayan disfrutado, para cerrar la reseña quiero contar una anécdota más, hace unos años, creo que hace 8 aproximadamente. Sabiendo que coleccionaba estas cosas, mi hermano fue a la casa del dueño de la juguetería Aladino y le preguntó si le quedaban juguetes viejos de aquellos años. El hombre, que ya no se dedicaba más a este rubro, le dijo que si, que algo tenía en el garage de su casa, que pasara otro día que él las buscaría y le mostraría que tenía. De esa manera mi hermano pasó una semana después y observó todo lo que le había quedado entre juguetes y productos de librería.
Es así que entre esas cosas encontró los imanes que hoy pueden ver en esta entrada, imánes de la misma época y partida que tuve en aquella navidad de 198 y pico. El círculo se cerró y esta vez sin imanes perdidos.
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