Los mutantes más queridos por todos
Hoy vamos
a analizar el álbum de los Hombres X, o también conocidos por su nombre en inglés
como X-Men, lo editó la compañía italiana Panini en el año 1994.
Contextualicemos
un poco, a comienzos de los 90 la cadena Fox estrenó la serie de dibujos
animados X-Men, más precisamente fue el 31 de octubre de 1992 cuando se vio el
primer capítulo titulado La noche de los
centinelas. Su primera temporada contó con 13 episodios y fue todo un éxito.
Esto hizo que Fox le diera luz verde al proyecto y se hicieran 5 temporadas en
total y, además, que otros proyectos de Marvel también llegaran a tener su
serie de dibujos animados como por ejemplo: Spiderman, Hulk, Los 4 Fantásticos,
Iron Man, y aunque no lo crean hasta el Surfista de plata tuvo su serie.
La
cuestión es que la punta de lanza fueron los queridos mutantes y debido al
éxito de esta serie de dibujos animados se realizaron un sinfín de productos de
merchandasing como muñecos (de la marca ToyBiz), tazos, indumentaria, juegos, rompecabezas
y un largo etcétera del que no quedó afuera lo que hoy nos convoca: el álbum de
figuritas.
Panini gana terreno
Si
bien en nuestro país tuvimos grandes editoriales que se dedicaron al mundo de las
figuritas como Crack, Stani, Cromolandia, Ultrafigus, Cromy, Aladino, ToyCrom,
entre otras, en la década del 90 la gigante italiana comenzó a ganar terreno y
a imponerse en el mercado local.
Como
tenía la licencia de Marvel para publicar este producto, junto a la del Hombre
Araña que se editó en 1995, Panini lanzó al mercado, en varios países el mismo tiempo,
el álbum de figuritas de los X-Men. El resultado: mismo diseño, mismo
contenido, misma cantidad de figuritas, mismo sobre. Solo había un cambio en
los álbumes que se debía al idioma de origen del país en el que se publicaba.
En nuestro
país las traducciones son las que corresponden a España, esto lo podemos notar
no solo en los nombres de los personajes, que tienen una diferencia en la
traducción latina como por ejemplo Lobezno o Pícara para referirse a Wolverine
y Titania, sino en el lenguaje que se utiliza con expresiones que no son del
uso cotidiano nuestro.
Forma vs contenido
El álbum
tiene un formato tabloide y carga 216 figuritas. Las tapas son de cartón blando
de 23,5 cm por 27 cm, satinadas por afuera y rugosa del lado interno y contiene
36 páginas. Tres de ellas destinadas a publicidades y una al contador de las
figus faltantes. El resto de las páginas están destinadas para pegar las
figuritas.
La totalidad
de las figuritas son autoadhesivas y las imágenes corresponden a fotogramas de
la serie animada. Miden 5,5 x 6,5 cm y son de papel satinado. No hay figuritas difíciles
ni rarezas o easter eggs en esta
colección.
Cada
sobre contiene 4 figuritas, mide 10 cm x 8 y tiene la imagen de 5 de sus
personajes en el frente junto al nombre X-Men, en el dorso del mismo figuran
los datos de la editorial. Todo está en italiano, ya que se producía y
ensobraba en Modena, Italia.
Con respecto
a las imágenes seleccionadas para esta colección notamos una diferencia entre
las ilustraciones de la tapa, contratapa y páginas interiores del álbum, y las
de las figuritas. Para las tapas y páginas internas se tomaron imágenes del
comic basado en los dibujos animados (muy parecidos a los de la historieta original
de aquellos años) y también en ilustraciones de Jim Lee. Para ilustrar las
figuritas se utilizaron fotogramas de la serie animada de varios de sus
capítulos de la 1° temporada.
Con
respecto a la tapa del álbum debemos mencionar que para esta se utilizó la
imagen promocional que la cadena Fox hizo de la serie. Una muy linda
ilustración que muestra a algunos de los personajes principales de los X-Men,
como el Profesor X, Wolverine, Ciclope, Titania y Jubilo. Y sobre esta, en
letras bien grandes, el nombre del grupo mutante. Impecable por donde se la
mire, atractiva, colorida y clara. Aunque no sepamos quienes son los personajes,
ni de que va el álbum te invita a comprarlo y coleccionarlo.
En
la parte interna de la tapa, encontramos una de las imágenes más emblemáticas de
los dibujos de Jim Lee, con la formación del grupo azul y un recuadro con una
breve descripción de quienes son los Hombres X.
En
las páginas del álbum vamos a encontrar imágenes de la adaptación de esta serie
para las historietas y pequeños recuadros explicativos contextualizando la
historia que representaban las figuritas.
A Panini no se le cae una idea
Lo que
notamos a simple vista es un producto de buena calidad en cuanto a los materiales,
una característica propia de Panini, pero donde comienza a perder puntos es en
su contenido y concepto.
El álbum
va a dividir la totalidad de su contenido en 6 episodios de la serie animada.
Estos corresponden a los capítulos: La noche de los centinelas (capitulo doble)
con 93 figuritas; Entra Magneto (capitulo doble) con 61 figuritas, El
invencible Leviatán con 22 figuritas, y La Decisión Final con 34 figuritas.
El
concepto del álbum es pobre ya que no hay un diseño planificado del contenido,
es solo la sumatoria aleatoria de episodios –que no son los más atractivos- y
que no representan el espíritu de la serie.
Con
muy pocos elementos se podría haber realizado un producto superior. Por ejemplo,
con una sección de presentación de los personajes y sus características, otra
para la presentación de los villanos, otra para algún rompecabezas con todos
los personajes o alguna batalla importante, o alguna imagen que solamente sea
linda y atractiva. Sin embargo, la colección comienza con los primeros 2 capítulos
de la serie y continua sin una división muy clara entre ellos. Es más, algunos personajes principales casi no tienen protagonismo, esto es un gran
error al tratarse del álbum presentación de la serie.
Todos
estos conceptos no están en el álbum, es como si le faltara el espíritu, es
pura forma -y debemos mencionar- tampoco es la gran cosa. Como si el
departamento creativo de Panini quisiera sacar redito de la serie y lo primero
que se les vino en mente lo editaron sin más supervisión, es decir, sin tener
en cuenta los gustos e inquietudes de los consumidores.
No
hay variedad de figuritas (troqueladas, plateadas, redondas, holográficas,
etc.), su tamaño es muy pequeño no solo en comparación con otras figuritas sino
con las hojas del álbum. Las elipsis utilizadas para contar la historia dejan
mucho que desear. Sobre todo, en los finales de cada episodio. La elección de
las imágenes tampoco es de lo mejor, hay algunas que son horribles.
Cuenta
tan solo con 12 rompecabezas, de los cuales 8 son de 2 figuritas y 4 de 4
figuritas. ¿Dónde está la gracia y el aspecto lúdico de este álbum? Aunque lo
busqué y pensé durante mucho tiempo sigo sin encontrar una respuesta. O más
bien, la respuesta es que a la editorial no le interesa la opinión o las
inquietudes del consumidor sino tratar de tener las mayores ganancias con los
productos de moda.
Para
finalizar esta reseña podemos decir que esta colección cumple con lo básico de
lo que se espera de un álbum de figuritas, pero no aporta nada nuevo, ni se
destaca por ninguna particularidad. Es un producto que aprovechó el contexto,
el éxito de la serie animada y puso algo más en el mercado.
Quizás
alguien lo haya coleccionado de niño y ese recuerdo le aporte el plus de la
nostalgia, de los olores y colores de la niñez. Alguna anécdota particular, algún
familiar cercano que lo sorprendía con un sobre de estas figuritas a la salida
de la escuela, o como recompensa ante un examen aprobado, y les regalaba una
sonrisa y el entusiasmo de estar más cerca de completar el álbum de los
mutantes más queridos por todos: Los X-Men.
Hola: te felicito por el blog. Lo que veo es que ese era el standard de Panini en los 90s. Cada colección estaba diseñada más o menos igual. Me acuerdo especialmente el album de las Tortugas Ninja. En esa época de globalización la empresa había sido vendida a una empresa no italiana (que hace pocos años volvio a ser adquirida por un empresario local para tratar de devolverle su identidad). Lo único que cambiaba era el idioma y el lugar geografico de Europa a donde iba distribuido. Todo era por cuestiones de practicidad, no hay mucho más. Fui un producto global de su época.
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