miércoles, 6 de julio de 2016

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El sátiro de malos modales de la Guardia del Infinito


Pip no es unos de los Hobbits del Señor de los Anillos pero cuenta con varios rasgos de estos. Sin embargo su historia es bastante diferente...



Pip Gofern era por derecho de nacimiento el príncipe de la población humanoide del mundo de Laxidazia, y el número 260 en la sucesión para el trono de la monarquía mundial. Como Pip era un rico holgazán, pasaba la mayor parte del tiempo realizando pinturas del cielo nocturno. Durante uno de sus muchos viajes a través del país en busca del lugar idóneo que retratar, Pip se encontró con un campamento de Trolls, una degenerada subespecie de la raza Laxidaziana. Encariñandose rápidamente de esta gente, Pip compartió comida, bebida y bailes con los Trolls, ingiriendo grandes cantidades de su cerveza especial. 

Cuando Pip se despertó al día siguiente con una tremenda resaca, descubrió que la cerveza que había tomado a la noche debía tener propiedades mutagénicas, pues había adquirido características propias de los Trolls. Sus pies habían adquirido el aspecto de pezuñas, su cuarto y quinto dedo se habían fusionado, sus orejas habían crecido, y su lujuria había aumentado enormemente. Finalmente acabó volviendo a la corte real e intentó ocultar su condición, pero su obsceno comportamiento no podía ser contenido. Depojado de su título y exiliado de la corte, Pip se enroló en una nave mercante y comenzó una vida de vagabundeo y libertinaje.

Cierto día, misioneros de la Iglesia Universal de la Verdad llegaron a Laxidazia y empezaron a convertir a los nativos a la nueva fe. Los agentes de la Iglesia encontraron a las tribus de Trolls y se percataron que eran resistentes a cualquier proceso de conversión. La Iglesia ordenó su exterminio, y obligó a los Grandes Inquisidores a ejecutar esta orden. No se sabe si consiguieron tener éxito en el exterminio de los Trolls de Laxidazia, pero la orden de eliminar a todos los miembros de esta raza se extendió a través de todo el imperio religioso.

Pip, en ese momento, se había visto envuelto en problemas en diversos planetas, muchas de los cuales se hallaban bajo la jurisdicción de la Iglesia. Finalmente, siendo capturado por agentes de la Iglesia, fue subido a bordo de la "Nave de la Muerte", un bajel espacial que transportaba renegados, ateos, y degenerados que debían ser ejecutados. A bordo de esta nave, Pip conoció a Adam Warlock, el ser humanoide artificialmente creado en la Tierra cuyo yo futuro de una realidad alternativa era el fundador de la Iglesia Universal. Viendo a Warlock, como un medio de escapar así como un modo de vivir una aventura, Pip se convirtió en el compañero de Warlock en sus esfuerzo de abortar los planes de su yo alternativo, el Magus. Cuando la amenaza del Magus fue neutralizada, Pip y Warlock se dirigieron al mundo humanoide conocido como Sirius X para celebrarlo, disolviendo su asociación posteriormente.

Pip se vio envuelto en diversos líos en solitario, así que decidió retomar su amistad con Adam Warlock. Localizando la nave de Thanos, antiguo aliado de Warlock, Pip entró en ella para comprobar si su amigo estaba a bordo. Warlock no estaba, pero Thanos si. No encontrando ninguna utilidad a un troll, Thanos uso una fracción de su poder para destruir el cerebro de Pip. Warlock terminó por encontrar a Pip y uso su Gema-Alma para absorber el espíritu de Pip en su interior (Libre de su cuerpo, la consciencia de Pip estaba intacta e ilesa, a pesar del daño que Thanos había infligido a su cerebro físico). El espíritu de Pip a partir de entonces habitó en la dimensión del interior de la placentera dimensión de la Gema-Alma junto al espíritu de su amigo Adam Warlock.

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